Hay un sueño que se llama “Meldir”. Del sudor de unas manos agrietadas por el trabajo de la esperanza, nace con la memoria de José Castaño un Vino con mayúsculas. Natural, porque no se haría de otra manera con las fuerzas que lo cuidan y lo quieren. Un Vino como los de antaño, para beber, vivir y sonreír; un Vino que nace y será un gran nombre. Gracias amigo por recordarnos que entre la muchedumbre de zarzilllos también se puede encontrar el origen de la vid: Meldir…